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El fieltro es una técnica o modo de trabajar la lana de oveja que consiste en amasar el vellón ya limpio con agua y jabón, para generar una tela, o estructura textil, con la cual se da vida a objetos de diversas formas; en este caso, contenedores de uso utilitario y decorativo.
La colección Abrazar, Crecer, Envolver, desarrollada por el Área de Diseño de Nuevos Productos de Artesanías de Chile en colaboración con las integrantes de la Agrupación Fieltreras de Renca, nace a partir de su reflexión en torno a lo que significa la acción de contener. El resultado son veinte piezas que lucen el color natural de la fibra -tonos de blanco, café y gris- y que se agrupan en tres familias: “Abrazar” integrada por una serie de cuencos, “Crecer” compuesta de cilindros, y “Envolver”, definida por una
serie de cántaros de tamaño mediano.
Para desarrollar estas piezas, la agrupación trabaja como una familia; en conjunto y usando materias primas amigables con el medio ambiente: vellón de oveja natural sin uso de químicos, jabón biodegradable y agua, con la cual tienen especial cuidado, considerando su escasez.
Las artesanas de esta colección
La Colección Abrazar, Crecer, Envolver fue desarrollada por la Agrupación Fieltreras de Renca integrada por seis artesanas de esta comuna en conjunto con el Área de Diseño de Nuevos Productos y el programa Proartesano de Artesanías de Chile.
Rosa Álvarez
Hija de artesana, Rosa
encontró en el telar la manera de superar el dolor que le trajo la muerte de su madre. Por lo mismo, la capacidad de crear con sus manos la llevó a seguir experimentando nuevas
técnicas con la lana de oveja, como el fieltro, con el cual ha innovado formando diversas piezas como pantallas de lámpara. “El fieltro es lindo. Es cansador, pero cuando te gusta y te enamoras de la técnica, quedas contenta”, dice.
Gloria Rojas
En gran parte, esta colección es un homenaje a esta artesana, quien falleció a fines de 2021. Mujer de mente y manos inquietas. A cada día le faltaban horas para alcanzar a hacer tantas cosas y dejar su huella en tantas partes: entre la cocina, el taller, la feria, las reuniones con la agrupación de artesanas, comprar materiales, cuidar y acompañar a su nieto y volver a la cocina.
Daniela Huquin
Hasta antes de esta colección, Daniela no sabía nada de fieltro. Amasar la lana de oveja, dice, ha sido un mundo nuevo para ella: tomar capacitaciones con Artesanías de Chile para
aprender el oficio y conocer el origen de esta técnica. “Todo esto hay que aprenderlo bien para contárselo a las personas que quieran comprar nuestras piezas. Es una vara alta y me lo tomo como un desafío”, dice orgullosa.
Letti Parisaca
Trabajaba en logística, hasta que con la pandemia quedó sin trabajo. “Con el encierro, y tras quedar cesante, empecé a agobiarme. No sabía qué hacer en mi casa. Para distraerme, empecé a hacer cosas con papel: recortar, hacer figuras, decorar la casa”, recuerda. En ese contexto apareció la oportunidad de capacitarse y aprender el oficio del fieltro con Artesanías de Chile. Dice que el proceso significó abrir su mente, su mundo y, además, tener ingresos.
Silvia Zorrilla
Hace diez años llegó desde Perú a vivir a Chile para desarrollar su propio emprendimiento de manualidades. Pero llegó la pandemia y no pudo continuar. En el camino apareció la posibilidad de aprender la técnica de fieltro por medio de las capacitaciones que realiza Artesanías de Chile. “Es una bendición que se me presenten oportunidades para seguir progresando. Es lo que una mujer tiene que hacer: salir adelante y renovarse”, dice.
Verónica Vega
Lo de Verónica ha sido siempre crear objetos con sus manos. Si no es el telar, es el crochet y ahora último, también el fieltro. “Me gusta todo lo que es referente a hacer algo con las manos”, dice. Sus raíces vienen del sur, tierra lanera de la cual aún se siente ligada desde Renca. Asegura que el fieltro la conecta con sus antepasados, con la misma lana de oveja que otros tejieron y que hoy ella amasa.
