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Karrpa (bolso en mapudungun) fue el nombre elegido por las ocho düwekafe (maestras tejedoras mapuche) de la Agrupación Küifi Kimün de Nueva Imperial para esta colección. Diez bolsos multifuncionales, de uso cotidiano y tamaño único -ideal para un computador portátil-, que fueron tejidos con la misma técnica que un textil tradicional mapuche: con lana de oveja y en witral (telar vertical), incorporando un ñimin (dibujo) propio de su territorio, identidad y cosmovisión.
Entre los ñimin, eligieron cuatro figuras: Ailla lof, los nueve pueblos originarios y sus lenguas propias; Meli lof mapu, antigua rogativa donde cuatro lonko, como los cuatro puntos cardinales, se reunían a pedir por buenas cosechas y agua; Llallin, la araña pequeña que aprende de la araña vieja, llallin kuze, la maestra tejedora más sabia; y Wanglen, las estrellas que las guían en la oscuridad y en la vida.
Para tejer cada uno de estos bolsos, las maestras se surtieron del Banco de Lanas de Artesanías de Chile. Una lana de color natural ya hilada y de dos hebras -que le otorga a los bolsos una textura pareja y un peso ligero y transportable-, que tiñeron utilizando solo tintes vegetales, variando sus tiempos de recolección y cocción: hojas de maqui, hojas de ají, cáscara de cebolla y barro.
Las autoras de esta colección
Bajo el programa Proartesano de Artesanías de Chile, ocho artesanas de la Agrupación Küifi Kimün fueron convocadas a desarrollar la colección Karrpa:
Isabel Currivil
Juana Antivil
Erna Collio
Ester Antiqueo
Zenobia Currivil
Noelia Collio
Marta Huitrañam
Nibaldina Alonso
El proceso productivo
1. Conseguir la lana: Antiguamente, las artesanas conseguían la lana de su propio ganado; sin embargo, para crear esta colección las maestras tejedoras se surtieron de lana ya hilada, en su color natural, del Banco de Lanas de Artesanías de Chile. Para otorgarle una textura pareja y un peso ligero y transportable a los bolsos, optaron por una lana delgada, de dos hebras.
2. Lavar la lana: La lana que compran las artesanas suele venir con químicos que deben quitar antes de tejer. También viene con impurezas -palitos, astillas- y la grasa propia de la oveja. Por eso, la lavan con detergente suave y luego, para blanquearla, en algunos casos la dejan remojando con un blanqueador industrial o recurren al método tradicional: dejarla una noche al sereno para que amanezca blanca.
3. Vegetales para teñir: El paso siguiente es ir por los vegetales para la tintura. La recolección se hace en los alrededores de su territorio. En sus campos o en los de sus vecinos obtienen la hoja de maqui, la hoja de ají y la cáscara de cebolla, que recolectan en su medida justa, cuidando una proporción de uno a dos: un kilo de lana por dos kilos de vegetal. Cada vegetal se hierve por separado durante 45 minutos, para luego retirar el cocimiento y echar la lana, que dejan reposar hasta que absorba por completo el color. Para finalizar añaden un fijador de vinagre y apagan el fuego, dejando reposar la lana hasta que el agua se enfríe. Para que la lana quede aún más suave, aplican un bálsamo.
4. El barro para el negro y el gris: Para obtener el color negro y gris de esta colección, las artesanas utilizan la misma hoja de maqui. La diferencia está en su cocción: diez minutos menos que la cocción que le dan al negro para conseguir el gris. Solo entonces, una vez retirado el cocimiento, agregan el barro, revolviendo constantemente hasta disolverlo y mezclarlo por completo con el maqui, para luego echar la lana.
5. Secar, tejer, coser y planchar: Una vez teñido el hilado se deja secar a la sombra, encaramado en uno de los cercos de sus casas o bajo techo, hasta que destile por completo. El paso siguiente es armar el telar según las dimensiones del bolso, calculando milimétricamente dónde va el ñimin (dibujo). Una vez listo el tejido, se chequean las medidas, se planchan las piezas y se realizan las costuras, todo a mano.
