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Fotografía: Ly González.
Entre el 17 y el 20 de abril, el Mercado de Industrias Culturales del Sur (MICSUR) conmemoró sus diez años de vida en Chile, donde las artesanías contaron con su propia programación.
Esta programación incluyó una serie de encuentros con representantes de organizaciones vinculadas a las artesanías de Uruguay, Perú, Ecuador, Brasil y Paraguay, quienes pudieron conocer y recorrer espacios culturales insignes de Chile, como el Centro Cultural GAM, el Museo de Arte Popular Americano (MAPA), el Museo de Bellas Artes, el Museo Precolombino y Fundación Artesanías de Chile.
En ese marco, el jueves 18 de abril las delegaciones visitaron la bodega central de Fundación Artesanías de Chile, ubicada en Blanco Recolecta, donde pudieron aproximarse al proceso de compra de la fundación, desde su modelo de Fondo de Compra Rotatorio hasta la recepción, el control de calidad y el etiquetado de las obras, creadas por las 2438 artesanas y artesanos activos que son parte de su red. El viernes 19 de abril, las delegaciones se reunieron en una de las tiendas insignes de la fundación: la que se encuentra en el nivel -1 del Centro Cultural La Moneda, que suma a otras 7 tiendas físicas y una tienda online.
Como parte de las actividades vinculadas a la fundación, el sábado 20 de abril, Leslye Palacios, su directora ejecutiva, participó del panel “Enfoques institucionales para la comercialización e internacionalización”, que se desarrolló en las dependencias del Museo de Bellas Artes. Junto a Andrea Vázquez, Presidenta del Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA), y Lorena Páez, Subdirectora Técnica de Promoción Artesanal y Cultural del Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares, (CIDAP), las representantes de cada organización presentaron el modelo de negocios bajo el cual trabajan, abriendo un espacio de diálogo en torno a las experiencias compartidas y las buenas prácticas, donde Palacios destacó los principios de Comercio Justo que rigen a la fundación como miembro de la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO).
Esa misma tarde, en el Museo de Arte Popular Americano, se realizó la entrega del “Reconocimiento de Excelencia para las Artesanías de América del Sur”; un reconocimiento que es otorgado desde 2008 y de manera bianual por el Consejo Mundial de Artesanías de Latinoamérica, con el patrocinio de Unesco. Entre 95 obras de 6 países, se destacó el trabajo de 16 artesanas y artesanos, diez de ellos en representación de Chile: Marcela Parra por El trenzado castellano (Sello de Excelencia a la Artesanía 2021); Jorge Monares por Canto de ballenas (Sello de Excelencia a la Artesanía 2020); Raquel Aguilar por La marisca de Caracoles (Sello de Excelencia a la Artesanía 2020); Nelson Castillo por Vaina de Algarrobo (Sello de Excelencia a la Artesanía 2020); Nicolás Hernández por La joya del Pacífico (Sello de Excelencia a la Artesanía 2020); Margarita Vidal por Gasa mestiza (Sello de Excelencia a la Artesanía 2022); Hilda Díaz por Sueño bajo el mar (Sello de Excelencia a la Artesanía 2019); Tatané Durán por Zorro colorado (Sello de Excelencia a la Artesanía 2022); Daniel Soffia por Estudio del Wanco (Sello de Excelencia a la Artesanía 2023); y Kevin Soto por Sutileza campesina (Sello de Excelencia a la Artesanía 2023). De los diez representantes de Chile, siete son parte de la red de artesanas y artesanos de la fundación.
Sobre MICSUR
La primera edición de MICSUR fue el año 2014 en Argentina, hasta donde llegaron exponentes de distintas ramas de la industria nacional, incluyendo áreas como vestuario, orfebrería y artesanía. La instancia se repitió el 2016 en Colombia y el 2018 en Brasil. A raíz de la pandemia, se postergó la siguiente edición para el 2024 en Chile, donde MICSUR conmemoró sus diez años de vida (ver más aquí).
Conformado por 9 países de Sudamérica (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Uruguay, Perú y Paraguay), el Mercado de Industrias Culturales del Sur tiene como objetivo consolidar una plataforma para el conocimiento, difusión, promoción, circulación y comercialización de bienes y servicios generados por pequeños y medianos empresarios de las industrias culturales y creativas, así como fortalecer los lazos regionales existentes que vinculan al ecosistema cultural de toda la región.
