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Nota publicada en El Líbero el 10 de septiembre de 2020.
Nueve piezas textiles de Chile fueron elegidas para participar en la prestigiosa feria Selvedge World Fair de Londres. Se trata de mantas, alfombras y ropa de cama hecha a mano por artesanas de Chiloé y del Seno del Reloncaví. La directora ejecutiva de la Fundación Artesanías de Chile, Claudia Hurtado, se refiere al valor patrimonial de este trabajo y del duro golpe que ha significado la pandemia para los artesanos del país.
Selvedge es una revista inglesa que promueve textiles y también a los artesanos y fabricantes de textiles de todo el mundo. Cada año, además, durante septiembre en Londres, organizan una de las ferias más prestigiosas de artesanía textil, la Selvedge World Fair, para la cual seleccionan a 100 participantes de todo el mundo. “Para nosotros era un sueño participar”, cuenta Claudia Hurtado, directora ejecutiva de Artesanías de Chile, razón por la cual postularon “con la idea de llevar, como fundación, un territorio artesano que reflejara una tradición y riqueza textil de nuestro país. Nos pareció que Chiloé era perfecto para la curatoría que ellos hacen”.
Por la pandemia la feria se realizó de manera online, del 3 al 5 de septiembre. “Participamos con la venta de 9 piezas textiles hechas por distintas artesanas de Chiloé y también por artesanas del Seno del Reloncaví, en la Carretera Austral, herederas directas de la tradición textil de la isla grande: entre las piezas había tradicionales alfombras de pelo con flores, algunas frazadas brocadas, frazadas de guagua y bajadas de cama. Nueve piezas que podían ser encargadas por personas desde cualquier lugar del mundo”.
La Fundación Artesanías de Chile trabaja desde el 2002 en la difusión y valoración de la artesanía tradicional chilena. Cuenta con una red de más de dos mil artesanos a los cuales les compran sus piezas para venderlas en las cinco tiendas (físicas) que tienen en Chile. Sin embargo, y como a muchos, el coronavirus ha significado un duro golpe, según explica Claudia Hurtado.
Las crisis ocurridas desde octubre del año pasado hasta la fecha han afectado duramente al sector artesanal. En nuestro caso, desde mediados de marzo nuestras cinco tiendas permanecen cerradas, lo que nos obligó a dar un salto digital y recientemente lanzamos una nueva y completa página de venta online con más de 700 productos (www.artesaniasdechile.cl).
El problema histórico de los artesanos y artesanas ha sido la comercialización. En estas circunstancias de pandemia la dificultad se ha agravado dejando al descubierto la gran vulnerabilidad del sector. Pero también creo que en medio de las crisis aparecen las oportunidades, y como fundación estamos aprovechando estas dificultades para poner en el tapete la realidad de la artesanía nacional, llamando a la reflexión y al compromiso con aquello que nos da sentido e identidad como país. Nos gusta mucho hablar de patrimonio, pero el patrimonio no sobrevive por sí solo. Hay que comprometerse con él y eso significa reconocerlo y hacerlo parte de nuestra vida cotidiana.
En Chile hay muchas personas que valoran la artesanía, pero también hay una parte significativa que no la conoce realmente. Eso no es raro, porque responde a una idiosincrasia que muchas veces ningunea lo propio considerando que lo que viene de fuera de Chile es mejor. Por otro lado, se ha abusado del uso de la palabra artesanía y de las ferias de artesanías, que muchas veces no tienen nada que ver con la artesanía tradicional de calidad, que es hecha a mano y responde a oficios heredados de generación en generación. En todo caso soy optimista. Creo que las crisis profundas que estamos viviendo nos ayudarán a estar más conscientes de lo propio, local y hecho a mano y, desde ahí, comprar con un sentido más profundo que solo consumir.
Como fundación tenemos la misión de preservar, difundir y fomentar la artesanía de Chile y eso lo hacemos a través de distintas áreas de trabajo, como son las áreas comercial, de proyectos y cultura. A través del área de proyectos capacitamos a artesanos y artesanas en distintas disciplinas -como, por ejemplo, la técnica de los oficios-, pero siempre esos talleres de perfeccionamiento son dictados por artesanos para que sus pares logren piezas de mejor factura. Desde el área de cultura, impartimos talleres gratuitos dictados por artesanos, pero estos no son para formar a otros artesanos, son solo para acercar los oficios a las personas que quieren conocerlos. Debemos entender que los oficios tradicionales se aprenden por observación y son transmitidos de mano en mano y de generación en generación artesana.
