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Revista Digital

VIVE LA ARTESANÍA

Homenaje a mi madre artesana

En el Día de la Madre, cinco hijas e hijos de maestras artesanas responden a una pregunta común: ¿cómo fue crecer al alero de una mujer de oficio?

Recopilación: Almendra Arcaya Luco.
Fotografía: Carola Vargas, Ly González y Sergio Piña. 

“Cuando volvíamos de la escuela, siempre estaba en su rincón en el patio de la casa, hilando o tejiendo como en un mundo aparte. Cuando ponía las cuatro estacas en el piso y montaba el telar venía un silencio total. La mayoría de las veces me iba a jugar a otro lado para no interrumpirla, pero otras veces me quedaba mirándola, mientras contaba en la mente nudo por nudo hasta que aparecía una figura”.

Rubén Moscoso Mamani, luriri (hacedor de instrumentos musicales). Hijo de la tejedora aymara Daniela Mamani y el luriri Nemesio Moscoso. Alto Hospicio, Región de Tarapacá. 

“Nuestro primer deber del día, desde que teníamos unos ocho o nueve años, era tejer. En vez de jugar a cualquier otra cosa, con mis hermanos nos sentábamos alrededor de mi mamá a mirarla, para ver quien tejía primero el cintillo, y después irnos a vender. Verla e imitarla, ese era nuestro juego”. 

Gloria Castro Mamani, artesana aymara. Hija de María Salomé Mamani Flores, maestra tejedora aymara. Pozo Almonte, Región de Tarapacá.

“Cuando daba de baja el pantalón de mi uniforme, usaba la tela como soporte. La camisa celeste del liceo se convertía en el cielo y con un poco de la masa cruda del pan que hacía para la once creaba unas hogazas pequeñitas, para cuando bordaba una amasandería. Cuando terminaba una arpillera, si no la vendía a la Vicaría de la Solidaridad, la guardaba envuelta en varias bolsas y las cambiaba de un lado a otro para que no se apolillaran”.

Rosario Muñoz Gallardo, arpillera. Hija de Gloria Gallardo, arpillera. Lo Hermida, Región Metropolitana. 

“Tengo recuerdos de haber estado entre las piernas de mi mamá mientras ella tejía, como a los dos o tres años. En sus piernas siempre estaba yo y sus crines. Agarraba las hebras y le dejaba la escoba, pero ella siempre tuvo mucha paciencia. Yo pienso que lo hacía para que no me alejara de ella, pero también para que tuviera contacto con el crin, porque ella siempre dice que ama con el alma esta artesanía. El crin ha sido siempre una forma de conectar con mi familia. Cuando me siento a tejer es como que el tiempo retrocede. Es como volver a las piernas de mi madre”. 

Mariela Medina, artesana en crin. Hija de Hortensia Medina, microcestera en crin. Rari, Región del Maule.

“La abuela nos decía que tomáramos las telarañas y nos sobáramos las manos con ellas, que reventáramos las arañas para sacarles su talento como tejedoras. Cuando encontrábamos un nido vacío de pájaros, había que traerlo corriendo a la casa, donde mi mamá lo quemaba y, con sus cenizas, nos pintaba las manos, para traspasarnos esos saberes. Los pájaros también tienen talento tejedor, es cosa de ver cómo construyen sus nidos”. 

Norma Calvulaf Córdova, tejedora. Hija de Lorenza Córdova Coñoepan, maestra tejedora mapuche. Padre Las Casas, Región de La Araucanía. 

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Color de la pieza +

  • 17 Amarillo
  • 25 Azul
  • 23 Beige
  • 155 Blanco
  • 299 Café
  • 102 Gris
  • 1 Marrón
  • 22 Morado
  • 154 Multicolor
  • 9 Naranjo
  • 67 Negro
  • 28 Plata
  • 50 Rojo
  • 20 Rosado
  • 29 Verde
  • 1 Api
  • 1 Caramelo
  • 6 Celeste
  • 1 Lila
  • 1 Narajnajo
  • 1 Turquesa

Material de la pieza +

  • 111 Cerámica
  • 35 Fibra animal
  • 11 Lana
  • 114 Madera
  • 51 Plata
  • 39 Tela
  • 1 Alpaca
  • 1 Cacho buey
  • 11 Cuero
  • 116 Fibra de alpaca
  • 120 Fibra vegetal
  • 320 Lana de oveja
  • 3 Metales
  • 3 Piedra
  • 13 Yeso
  

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