Montelar fue el nombre escogido por la agrupación Tejedoras de Chapilca para esta colección de alfombras, fundas de cojines y bolsos: piezas de uso cotidiano inspiradas en los colores del Valle del Elqui y en la textilería tradicional de esta zona, de raíz mestiza, que tiene más de dos siglos de historia y está relacionada con los saberes de arriería y trashumancia que era común en este territorio. Para desarrollar Montelar las artesanas fueron guiadas por Morelia Collados, creadora de la marca de tejidos a palillo Acurruca.

En el proceso creativo de esta colección, las artesanas definieron una paleta de colores que mezcla tonos tierra que obtienen tiñendo con nogal, cebolla y hierbas silvestres (llamadas “monte”), y tonos saturados que consiguen con anilinas. El resultado son pequeñas cápsulas, aunadas según el nombre y la selección de colores de cada artesana -y un artesano-, que funcionan en conjunto o por separado. Todas son tejidas con la misma técnica: en telar de palo plantado, que hoy muy pocos preservan en el Norte Chico.

Esta alfombra está hecha con un vellón hilado a mano y torcido dos veces, lo que da como resultado un tejido apretado, grueso, denso y resistente.